21/01/2025-Member’s Voice (i): Un proyecto encabezado por el Consorzio, en colaboración con el Politécnico de Milán, Enersem y CSQA, por Chiara Piancastelli, Seguridad Alimentaria e Investigación, y Matteo Cavalli, Oficina de Prensa, del Consorzio del Prosciutto di Parma

El Consorzio del Prosciutto di Parma (“Consorzio”) reafirma su compromiso con el medio ambiente y finaliza un proyecto plurianual para apoyar la transición ecológica de sus empresas.

Lanzado en 2022, el objetivo del proyecto era definir una política medioambiental para el sector del “Prosciutto di Parma” con vistas a apoyar a sus productores en la optimización de su rendimiento en materia de sostenibilidad.

Para lograrlo, el organismo de protección de la DOP colaboró con socios altamente cualificados y reconocidos: el Politécnico de Milán para la fase de definición e implementación del proyecto, su spin-off Enersem para el desarrollo del software previsto como parte de la investigación, y CSQA para los aspectos de verificación.

A lo largo de más de dos años, el proyecto se llevó a cabo en varias fases diferenciadas. Inicialmente, se calculó la huella ambiental del sector del Prosciutto di Parma utilizando la metodología oficial PEF (Product Environmental Footprint), una herramienta puesta a disposición por la Comisión Europea para evaluar el impacto ambiental de las actividades de producción a través de indicadores específicos. Esta operación fue posible gracias a la implicación y participación activa de un gran número de empresas del sector, y posteriormente fue validada por el organismo de certificación CSQA.

A la luz de los datos procesados y recopilados durante esta primera fase, el Consorzio pudo presentar al Ministerio de Medio Ambiente y Seguridad Energética (MASE, en italiano) las Normas de Categoría de Producto (PCR, en inglés) aplicables a todos los jamones curados en seco DOP, que definen un perfil medioambiental de referencia para esta categoría de productos. Este paso era esencial para que el Prosciutto di Parma pudiera beneficiarse del programa Made Green in Italy, el sistema nacional de certificación de la huella medioambiental de los productos promovido por el MASE. Este programa se creó para reconocer, a petición voluntaria de las empresas, los productos Made in Italy de alta calidad medioambiental.

En la fase final, se creó un software de cálculo y reducción de la huella ambiental que se puso a disposición de las empresas del sector del Prosciutto di Parma, con el objetivo de optimizar el rendimiento de todo el ciclo de producción. Gracias a este software, que también ha sido verificado por CSQA, los productores que lo soliciten reciben recomendaciones personalizadas para reducir la huella medioambiental de su producto y ahorrar energía, así como un informe sobre su propio rendimiento medioambiental y una comparación con situaciones similares.

“El valor de un producto tan único como el jamón de Parma se mide también por su capacidad para responder a las necesidades de los consumidores y a los retos de un mundo en rápida evolución. El vínculo inseparable que nuestra DOP tiene con su territorio nos hace aún más responsables del impacto generado por nuestra producción, por lo que estamos especialmente orgullosos de haber llevado a cabo este proyecto en colaboración con el Politécnico de Milán, Enersem y CSQA. El objetivo principal era apoyar a nuestras empresas en su ya considerable compromiso con la transición ecológica, fortaleciendo así la protección del medio ambiente para el futuro de la industria y para las nuevas generaciones. Estamos muy satisfechos de ver que un número significativo de productores ya ha decidido utilizar el software que creamos en el marco de este proyecto, lo que confirma la ética medioambiental de nuestro sector, en beneficio de su competitividad en los mercados exteriores en relación con estas importantes cuestiones”, comenta Alessandro Utini, Presidente del Consorzio del Prosciutto di Parma.

“La colaboración con el Consorzio del Prosciutto di Parma en la realización de esta investigación ha sido extremadamente significativa. Proyectos de esta naturaleza, promovidos por los Consorcios y organizaciones del sector, son fundamentales para acelerar la transición ecológica prevista por el Green Deal europeo. Responder a las necesidades de la industria permite al Politécnico de Milán explorar nuevas vías de investigación y responder a la necesidad de innovación continua. Trabajar con la industria también nos permite apoyar la vocación de las regiones y estimular su desarrollo, en particular y sobre todo en términos de sostenibilidad. Esperamos que esta iniciativa inspire a otros Consorcios, fomentando acciones concretas para alcanzar los ambiciosos e ineludibles objetivos de la descarbonización”, afirman Mauro Ceconello y Carlo Proserpio, coordinadores del proyecto en el Politécnico de Milán.

Matteo Zanchi, director general de Enersem, ha añadido: “Estamos especialmente satisfechos con el software creado, el primero diseñado para las DOP y desarrollado específicamente para el Prosciutto di Parma. Todas las empresas del sector disponen ahora de un camino simplificado hacia la certificación medioambiental, gracias a: la facilidad y rapidez con que las empresas pueden facilitar datos e información sobre su desempeño medioambiental; la unión del cálculo PEF y la propuesta de acciones para reducirlo; análisis coherentes y comparables entre todos los productores; una metodología sólida y una serie de modelos rigurosos y precisos”.

“La legislación europea sobre declaraciones medioambientales”, explica Marco Omodei Salè, responsable de Innovación de CSQA, “asigna un papel importante al organismo de certificación. La PEF, como herramienta metodológica promovida por la Comisión Europea para el cálculo del impacto ambiental, verificado por CSQA, constituye la base para la adopción por parte de las empresas de la certificación Made Green in Italy. El software para el cálculo del impacto ambiental – también verificado por CSQA – representa la herramienta que el Consorzio pone a disposición de las empresas del sector para facilitar el proceso de transición ecológica, también a través de la certificación voluntaria”.

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